El terremoto y el tsunami arrasaron con todo en Japón, pero no con el ánimo de su gente y el de los que se han impregnado de su espíritu de tanto trabajar con ellos. Es el caso de Dominique Corby, chef que regentó La Tour d'Argent de París y que ahora está al frente de un restaurante en Tokio (Le 6eme sens d'Oenon) y otro en Osaka (Sakura). Después de la tragedia creó la oenegé Lumière et Espoir pour le Japon (Luz y esperanza para Japón) e ideó una manera de ayudar a los japoneses a través de su oficio. ¿Cómo? Organizando banquetes para 200 personas con el propósito de animarlas cuando no tienen nada más que hambre y pena.
Corby, que ha abierto un blog para esta causa (http://dcorby1965.canalblog.com), convoca cada mes a un cocinero de prestigio para que se encargue del ágape, siempre con productos que se comercializan en territorio nipón, sean del país que sean. Si antes fue Daniel Boulud, el próximo 18 de julio le toca a Carme Ruscalleda, que ha conseguido la ayuda de firmas como Vichy Catalán, Joselito, Hispania Tokio, Zas Tokio, la Cooperativa Agrícola de Cambrils, Pan Poilane, Sosa y Sun Eight Tokio para preparar la comida. Ella no podrá asistir; aunque se está dejando el alma para que todo salga bien y la iniciativa sea conocida en todo el mundo para que se sume más gente a ella. La cocinera ha enviado al que hasta hace poco era su jefe de cocina del Sant Pau de Tokio, Jerôme Quillbeuf (ahora en la casa madre en Sant Pol de Mar).
UN PUEBLO QUE NO EXISTE / La cita es en Ishinomaki. Un pueblo de la provincia de Miyazaki (norte del país) que, en realidad, ya no existe, porque la catástrofe natural la devastó (el tsunami la hizo desaparecer). Incluso para llegar, los chefs (cocinarán Corby, Quillbeuf y tres colegas nipones) deben hacerlo por sus propios medios porque no hay ningún transporte que lleve hasta aquel lugar que solo recupera la vida cada vez que Corby y los suyos aparecen por ahí con sus fogones.
El periódico
14/07/2011